Después de subir corriendo la colina con mis manos extendidas me gusta simular que tengo alas como los ángeles, reía, imaginaba que en realidad podía volar. El sol brillaba en lo alto y derrepente me dio sombra pero al mismo tiempo calidez la estructura de una casa vieja, la puerta estaba abierta asi que entre. Era grande muy grande era una de esas en las que no llegas a descubrir todas sus habitaciones, alze mi cara al techo, alto con un tragaluz al fondo y un candelabro cercas de la entrada entonces me llego el pensamiento de que cada día al levantarme podría toparme con sorpresas en cualquier instante, en un lugar así por donde quiera que posara la mirada podía ver toda clase de curiosidades, la mayoría antiguos y muy bien conservados.
Sentí inmensa atracción por todos ellos pero sé perfectamente que no debo meter mano en lo que no es mio, aunque pensándolo bien ya me encontraba en un lugar completamente desconocido, sin embargo no me sentía extraña en el, si no todo lo contrario. Pertenecía ahí, por mas loco que pareciera; lo sabía, podía sentirlo.
Me aventure a inspeccionar el lugar cuando sin poder retener una sonrisa reconocí unos cuantos artefactos: un cuadro de parís en un día lluvioso de invierno, la fotografía de la boda de una pareja que reflejaba con plenitud lo que significa para mi el amor, y en un estante cercano estaba el pergamino colocado en un cuadro de vidrio, me acerque hacia el y vi una mariposa disecada encerrada en una caja de cristal y enseguida: una rosa rosa sin marchitar, una carta desde otro país, un separador para libros decorado con cuentas de color rosa y una cámara que se hizo incluso antes de que yo naciera, un ajedrez, un frasco vacio de mermelada con el propósito de convertirse en vela, el violín 3/4 color claro, chocolates que solo como en navidad, para mi impresión las galletas con nombre de la realeza y un poco mas alejados otros cuantos objetos que no conocía pero sabia que eran mios o que al menos algún día lo serian.
Después de recorrer la estantería escuche un sonido a lo lejos proveniente de un pasillo, preste atención y era una música preciosa no estaba segura si lo imaginaba me quede completamente quieta pero me paralice aun mas y levante las cejas al reconocerla; sin siquiera pensarlo la seguí caminando sobre un piso de madera que crujía bajo mis pies cada vez que daba un paso, camine conmocionada y continué sin mirar atrás me encontraba bajo un bello encanto no sentía miedo alguno solo el corazón saliéndose por la garganta.
Cuando por fin llegue donde la melodía me llamó, frente a una puerta forrada de una triste enredadera incolora, tome el picaporte y al momento las flores tomaron vida! se transformaron de color naranja fuerte, paresia el madero de un jardín en primavera, la música se hizo aun mas potente, rápidamente gire la perilla con mi rostro en calma pero con el corazón desabocado, la puerta se abrió con un lento rechinido, la habitación tenia ventanales dejando entrar la luz del día,sinceramente era el lugar mas iluminado que había visto jamás, gire mi cabeza hacia el piano, negro como imaginé mis ojos se iluminaron porque sentado en el, Para Elisa de Beethoven... Tocando se encontraba.
Sentí inmensa atracción por todos ellos pero sé perfectamente que no debo meter mano en lo que no es mio, aunque pensándolo bien ya me encontraba en un lugar completamente desconocido, sin embargo no me sentía extraña en el, si no todo lo contrario. Pertenecía ahí, por mas loco que pareciera; lo sabía, podía sentirlo.
Me aventure a inspeccionar el lugar cuando sin poder retener una sonrisa reconocí unos cuantos artefactos: un cuadro de parís en un día lluvioso de invierno, la fotografía de la boda de una pareja que reflejaba con plenitud lo que significa para mi el amor, y en un estante cercano estaba el pergamino colocado en un cuadro de vidrio, me acerque hacia el y vi una mariposa disecada encerrada en una caja de cristal y enseguida: una rosa rosa sin marchitar, una carta desde otro país, un separador para libros decorado con cuentas de color rosa y una cámara que se hizo incluso antes de que yo naciera, un ajedrez, un frasco vacio de mermelada con el propósito de convertirse en vela, el violín 3/4 color claro, chocolates que solo como en navidad, para mi impresión las galletas con nombre de la realeza y un poco mas alejados otros cuantos objetos que no conocía pero sabia que eran mios o que al menos algún día lo serian.
Después de recorrer la estantería escuche un sonido a lo lejos proveniente de un pasillo, preste atención y era una música preciosa no estaba segura si lo imaginaba me quede completamente quieta pero me paralice aun mas y levante las cejas al reconocerla; sin siquiera pensarlo la seguí caminando sobre un piso de madera que crujía bajo mis pies cada vez que daba un paso, camine conmocionada y continué sin mirar atrás me encontraba bajo un bello encanto no sentía miedo alguno solo el corazón saliéndose por la garganta.
Cuando por fin llegue donde la melodía me llamó, frente a una puerta forrada de una triste enredadera incolora, tome el picaporte y al momento las flores tomaron vida! se transformaron de color naranja fuerte, paresia el madero de un jardín en primavera, la música se hizo aun mas potente, rápidamente gire la perilla con mi rostro en calma pero con el corazón desabocado, la puerta se abrió con un lento rechinido, la habitación tenia ventanales dejando entrar la luz del día,sinceramente era el lugar mas iluminado que había visto jamás, gire mi cabeza hacia el piano, negro como imaginé mis ojos se iluminaron porque sentado en el, Para Elisa de Beethoven... Tocando se encontraba.
Yo te había comentado esta entrada pero creo olvide poner el codigo jajaja :(
ResponderEliminarBueno, solo quería decirte que tus palabras siempre son magicas transformando algo que puede ser tan comun en maravilloso. El poder de ver aún en la simplicidad cuan bello es en realidad.
Te quiero mucho casitocayita,
no hay nadie como tú(8) ok ya hahah
Galletas emperador.
No, principe :D
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