Las personas ya no saben escuchar.
En ocasiones me pregunto: ¿Tenemos que luchar para conseguir que se nos escuche, o ser pacientes y ser atentos para cuando llegue el momento exacto de expresarnos con las palabras presisas, adecuadas, firmes y significativas?
Si alguien quiere decir algo, no interrumpan. Cierren sus bocas presten atención y escuchen
muchas voces pueden sonar como campanillas repletas de algo que quiza nunca olvides.
jueves, 20 de agosto de 2009
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